Ornitólogo

La escena es la siguiente:
hay una jaula; tiene
la puerta abierta pero dentro un canario
salta nervioso, aletea sin rumbo,
se acerca al comedero y rehuye el alpiste;
golpea su cabeza
contra el columpio viejo
y ataca los barrotes con el pico.
Su trino, apenas si es gorjeo.

Junto a la jaula, un gorrión observa,
emprende un corto vuelo
y retorna e invita
a que siga su ejemplo al canario indeciso
que se acerca temblando
a la puerta y regresa.

Un poco más abajo, una paloma
picotea migajas de carroña y realidad
sobre la acera sucia de barro del invierno.

Arriba, muy arriba, un punto suspendido,
más soñada que real,
un águila contempla Indiferente
la vida que transcurre
tan abajo que todo
pareciera estar muerto.

Y de pronto, suspenso.
Se ha detenido el tiempo entre las alas.


La jaula está vacía.

©Santiago Pérez Merlo

2 comentarios:

  1. Está tan bien escrito que casi parece que se pueden tocar al canario, al gorrión, a la paloma...al águila no porque vuela muy alto.Y esa imagen final de la jaula vacía. Se puede asimilar a tantas cosas!!! Me encanta, precioso poema.Aplausos y más aplausos..

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  2. Me gusta muchísimo que la jaula esté vacía.. ¡No me gustan los pájaros presos..!

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