Musa

Eres porque estás aquí, te veo
aunque a veces te escondes
incluso dentro de ti misma;
puedo oírte: dices
que soy mejor poeta
cuando me hurgo las heridas,
cuando arranco las costras
del intestino grueso y me escarbo
en el colon, el hígado y absorbo
tuétanos, venas, arterias
y juego al escondite
con los lóbulos temporales
y el ventrículo derecho.
Y tú observas –tranquilo el gesto,
fija la mirada- desde dentro
hacia fuera de mí, esperando
el vómito final, el alarido.

Aún no te has dado cuenta 
de que ya no hay dolor, ya 
se apagaron y perdieron su función 
los órganos internos: 
todo está ahora vacío, 
hueco envuelto en la cáscara vana 
de mi piel, 
para que tú me habites.

©Santiago Pérez Merlo

2 comentarios:

  1. Puffff, que inquietante!!! Y en el último verso se resuelve de forma q transmite calma, como que descansas despues del desasosiego. Muy buen poema!!!Aplausos..

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  2. Vacío...para que tu me hábites...Un referente al amor sin duda..⚘h

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