Antes de carnaval

Te disfrazas otra vez de ausencia

y de pronto tu cuerpo ya no está

tendido en el sofá ni erguido 

retocándose el pelo en el espejo.

En la cama hay un rastro de calor y nada

encuentro a mi regreso del trabajo.

No hay brazos que me abracen

ni labios que besen, que digan mi nombre;

no hay piernas enlazadas con las mías;

no hay nariz, manos, nuca…

Sin embargo, no me engaña tu traje

de mujer invisible y huelo tu perfume y siento 

el ruido amortiguado de tus pasos.


Pero no puedo tocarte…

No me gusta ese disfraz, 

quítatelo pronto y ponte 

el de mujer desnuda. 

O no te pongas nada, 

que no quiero esperar al carnaval. 

Exilio del pirata (un cuento)

Me desterraron 

el miedo y el invierno.

Me subieron 

al barco sin timón de los relojes 

y me alejaron sin piedad 

de aquella isla. 

Me dejaron 

sin tesoro, sin bajel fondeado, 

sin bandera negra. 

Allí quedó enterrada 

la parte más jugosa del botín 

y un corazón corsario.

Y quemaron el mapa. 

Desde aquí no se ve el mar,

ni siquiera apretando los ojos 

o escuchando dentro de las caracolas.

No hay alisio que sople 

para desatracarme 

de esta ciudad sin olas, sin albatros. 


Al menos pude 

consumar mi venganza: 

escapó conmigo la princesa 

del cuento: la mujer 

altiva, hermosa y rebelde

digna de toda historia de piratas.

Aún ladran impotentes y rabiosas

las nobles gentes de bien

que trataron de cortar sus alas. 

Año nuevo

Ya sé quién soy, lo veo

cada día. 

No he cambiado tanto en este año 

que decís que pasó.

Sigo esperando 

aviones que no migran en invierno,

aves que dejaron de volar,

estrellas que no hablan.

Sigo mirando al cielo a pesar 

de no creer en milagros.

Nada cambia porque el año 

es solo una cifra en el calendario.

El tiempo que cuenta,

el que se desliza inmisericorde,

se mide en unidades más pequeñas.

Y entonces nada, nadie cambia.

O quizá sí, quizá todo cambie

a tal velocidad que ni lo percibimos.

Y volvemos al punto de partida 

para que todo siga igual.

Un año. 

Y otro año. 

Y otro. 

Mientras siguen sin pasar los minutos.