Luna de lobos

La luna le dice al lobo 
que no se haga pequeño,
mientras ella mengua. 
Y que afile los dientes, ya gastados
de morder en el aire. 
Y el lobo no ve el momento 
de que vuelva la luna llena
y le devuelva su ser. 
Y aúlla, aúlla en soledad:
como el lobo estepario que es
una vez que ha perdido la manada…
y a su luna.

Tal vez (no) soñar

Te esperaba esta tarde, 

cuando las circunstancias y los calendarios 

nos daban opciones. 

Siempre espero la sorpresa que no llega.

Siempre la decepción. 

Pero no cuento con los sentimientos.

Mi enorme e irreparable error de toda la vida.

Me aferro a sueños que no existen

y no me dejan dormir.

Cualquier día, 

conseguiré quedarme dormido.

Y no soñar. 

Ya no

Ya no me hago más desilusiones. 
Ya no espero que amanezca
cuando está anocheciendo.
Ya no busco más sueños tejiendo pesadillas.
Ya no pido que me quieran.
Ya no busco en mis recuerdos 
momentos futuros. 
Ya no sé quién soy ni quiénes fuimos. 
Ya no espero otra vida. 
Espero poder seguir adelante con esta. 


Soy el que soy

Aunque a veces disimule
o mienta o me disfrace o me haga el loco,
sé quién soy.
Conozco a la perfección 
mis escasas virtudes,
mis muchos defectos,
mis adicciones, mis amores.
Sé de mis afectos y de mis manías.
Sé a quiénes quiero,
sé quién está a mi lado 
aunque a veces ni ellos lo sepan.
Porque yo lo sé, pero no siempre sé expresarlo. 
El espejo es implacable.
Y, a veces, es insoportable conocerse tanto. 
Pero nunca dejaré 
de reírme de mí mismo.

Mañana

Todos los días son mañana.

Mañana, dejaré de fumar definitivamente, 
dejaré de malgastar las horas 
en los cafés de los bares.
Mañana, encontraré trabajo
o me tocará de una vez la lotería. 
Mañana volveré a leer 
los poemas que tanto me gustaban. 
Mañana arreglaré por fin 
la pequeña avería de la ducha
y colgaré el espejo. 
Mañana dejaré 
de echarte tanto de menos
y aprenderé a vivir sin ti. O no. 

Mañana,
tal vez estaré muerto. 
O más vivo que nunca. 
Pero no lo sabré 
hasta mañana. 

Variables

Espacio, tiempo…
Formas de medir la vida 
con un razonamiento 
que no siempre 
el corazón entiende. 

Cuerdas

Es muy fino, liviano
el hilo que nos sostiene 
amarrados a la vida. 
Y, aún así, a veces se le hacen nudos
que parece
impedirnos volar. 
Pero podemos.

Es muy gruesa, tosca 
la soga que nos mantiene 
amarrados al pasado, 
a todas nuestras miserias. 
Y, aún así, a veces, un simple gesto,
una caricia, un poema
deshace las amarras:
y volamos. 
Y vivimos hoy, aquí, ahora. 

Cada día

Cada noche me acuesto 

pensando que mañana 

será otro día

y tendré las fuerzas renovadas 

para afrontar lo que no puedo afrontar…

Pero, como no duermo,

hoy y mañana son lo mismo. 

Y trato de juntar ánimos, fuerzas, argumentos

para llegar a la noche que me diga 

“mañana será otro día”. 

Pero no sucede.

Y así un día, y otro día y otra noche. 

Cuadro


Vivo en la última mesa
de un bar vacío delante
de una taza de café. 
Como en un cuadro de Hopper.
El sombrero en la mesa 
y la cabeza a dos mil kilómetros de aquí. 
Voy a la compra, 
hago la comida, veo 
la tele con mi hija 
y desplazo mi cuerpo por la calle
con el perro, con las bolsas,
tirando la basura…
Pero mi alma, esa que tanto dudo de tener,
está encerrada en el cuadro.

¿Cómo se sale de un lienzo? 

No es

Esto no es un poema.
Yo no soy un poeta.
“Te echo de menos”
no es un verso. Pero
nunca he echado de menos
a nadie como a ti. 
Y me dan igual las rimas
y las asonancias. 
Y me dan igual la forma,
el ritmo y la sintaxis. 
Yo no aspiro al premio Loewe.

Me importa la verdad. 
Que es la que duele. 

Queridos Reyes Magos

Podría pedir 
un premio de la lotería; 
podría pedir un trabajo 
como el que he perdido,
un amor como el que he perdido.
Podría pedir una vida nueva… 
o unos calcetines, 
una tabla de planchar. 
Podría pedir la paz en el mundo, 
que se acabaran de una vez 
la falsedad, la hipocresía, el egoísmo… 
Podría pedir comprensión 
y amor. Podría…

El problema 
es que soy republicano. 

Fe

Adoráis a dioses de madera,
vírgenes de porcelana;
adoráis a falsos profetas 
que dicen desdeñar el oro y la gloria
mientras suplican por ellos.
Y llevan siglos igual. 

Yo adoraba al mar, a la luna, al sol, 
a Betelgeuse;
adoro a mi hija 
y a los que casi lo fueron;
adoro, sobre todas las cosas
(bendita tú eres entre todas las mujeres),
a una mujer de carne y hueso 
y corazón. 

Mi fe debe de ser la equivocada. 

Virus

Casi veinte días 
sin abrazar a mi hija. 
(Hoy lo hemos logrado).
No sé cuántos ya 
sin abrazar a los dos que no son
pero los siento míos.
No sé tampoco cuánto tiempo 
sin abrazar a mis padres. 
Y me cuesta calcular 
cuántos días sin abrazarte a ti…

Aunque de eso 
no tenga la culpa el dichoso virus. 

Sueño

Desperté a medianoche 
con tu sabor en mis labios,
con tu sexo llenándome la boca…
tan vívido, tan real. 
Me masturbé como un adolescente.
Y lloré como un niño.
Y no pude volver a dormir 
como el viejo insomne 
al que me aproximo…
Tan lejos de todo.