Prisionero en una celda que no es tuya,
de un reloj, un calendario
que no te pertenecen pero dictan:
es la hora de comer (aunque no tengas hambre);
es la hora de dormir (aunque no te queden sueños);
es la hora de querer; es la hora de olvidar
(o que te olviden);
es el día de la felicidad; es el mes
de la tristeza;
es el año de otro desconcierto;
es el siglo que no te pertenece:
lo mismo que tu casa y tu reloj,
tu calendario.
Prisionero en un tiempo y en un cuerpo sin alma
que no te pertenecen, prisionero
contemplando a hombres que se dicen libres.
Es un bello poema Sr.Merlo...que se hace más realidad cuanto más se vive...
ResponderEliminarMuchas gracias, Sra. Diez... Sabio comentario (la segunda parte, quiero decir 😉) 😘
EliminarPero es cierto que cuanto más se vive..aprendemos a "ver"más y otras cosas...que núnca son las que vimos...porque tambien nuestros ojos cambian...pero no son peores..
ResponderEliminar... Y seguramente la "vida" no se mida sólo en años...
Eliminar🌷Hay que abrir un camino a la esperanza...🌷
ResponderEliminarSiempre está abierto... otra cosa es poder recorrerlo...
EliminarQuerer...es poder...🌷
ResponderEliminarDe sobra sabe usted que no... pero gracias por el optimismo 😉😊😘
EliminarMalditos barrotes
ResponderEliminarA mí se me ha quedado resonando ese cuerpo sin alma...
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