Visitas a media noche

Apenas pienso en ella en todo el día,
ocupado como estoy en asuntos triviales
como ganarme el pan,
tratar de no matar a nadie con el coche,
resolver crucigramas o consolar amigos
al borde del suicidio.
No es falta de interés ni de dedicación:
es sólo que ya se que ella está seguro
ocupándose de mi en alguna parte,
que me piensa y me sueña y vigila mis pasos.
Y es falso que me quiere más que yo.
Es sólo que ella es libre:
a nadie pertenece ni tiene obligaciones.
Pero está pensando en mí y por la noche
-siempre después de las doce-
se viste para mí de tules o de estrellas.
O se presenta por sorpresa y besa
a mi hija y la arropa y le da
las buenas noches.
O me susurra nombres que yo nunca retengo
y me niega o me regala sus besos imposibles,
soledades, fantasmas, recuerdos de su otra y mi otra vida.
Sabe también que no todas las noches
yo puedo serle igual de fiel,
o que a veces olvido ser su amante
o que lo soy a medias
porque tengo la cabeza en otra cosa.
Y siempre me perdona y siempre vuelve
y siempre sabe que dependo de ella…

Inspiración, la llaman.

©Santiago Pérez Merlo

3 comentarios:

  1. Es fantástico. Es metáfora pura , contínua e inteligente. No te abandonará nunca la inspiración, por mucho que le falles. Nació contigo Santiago. Abrazo.

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  2. Impresionante!!!Buenísimo!!!Eres capaz de contar una historia completa, con intriga incluída, en unos pocos versos. Verdaderamente la inspiración te quiere y mucho...

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  3. !!Que maravilla!!Bellísimo poéma Sr.Merlo

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