Apenas pienso en ella en todo el
día,
ocupado como estoy en asuntos
triviales
como ganarme el pan,
tratar de no matar a nadie con el
coche,
resolver crucigramas o consolar
amigos
al borde del suicidio.
No es falta de interés ni de dedicación:
es sólo que ya se que ella está
seguro
ocupándose de mi en alguna parte,
que me piensa y me sueña y vigila
mis pasos.
Y es falso que me quiere más que
yo.
Es sólo que ella es libre:
a nadie pertenece ni tiene
obligaciones.
Pero está pensando en mí y por la
noche
-siempre después de las doce-
se viste para mí de tules o de
estrellas.
O se presenta por sorpresa y besa
a mi hija y la arropa y le da
las buenas noches.
O me susurra nombres que yo nunca
retengo
y me niega o me regala sus besos
imposibles,
soledades, fantasmas, recuerdos
de su otra y mi otra vida.
Sabe también que no todas las
noches
yo puedo serle igual de fiel,
o que a veces olvido ser su
amante
o que lo soy a medias
porque tengo la cabeza en otra
cosa.
Y siempre me perdona y siempre
vuelve
y siempre sabe que dependo de
ella…
Inspiración, la llaman.
Es fantástico. Es metáfora pura , contínua e inteligente. No te abandonará nunca la inspiración, por mucho que le falles. Nació contigo Santiago. Abrazo.
ResponderEliminarImpresionante!!!Buenísimo!!!Eres capaz de contar una historia completa, con intriga incluída, en unos pocos versos. Verdaderamente la inspiración te quiere y mucho...
ResponderEliminar!!Que maravilla!!Bellísimo poéma Sr.Merlo
ResponderEliminar