Tonto

Se que no debería y sin embargo
nunca supe evitar cazar al vuelo
una media sonrisa, una mirada
aunque fuera inocente que me diera
un aliento para escribir un poema.
En los gestos triviales o sin más significado
del que tenga una mirada más,
una media sonrisa como tantas,
me gusta imaginarme una historia completa,
un quisiste decirme, qué se yo,
“me gusta estar contigo”.

Me encanta por ejemplo la manera
que algunas mujeres tienen de decirme
 “no seas tonto…”
Aunque sea “no seas tonto,
cómete tú la última aceituna”
o “no seas tonto, alguna vez
tiene que ser la primera”.
Me dan ganas a veces de proponer entonces
locuras inocentes como vamos a tomarnos otra caña,
escribamos un poema a cuatro manos,
o tengamos muchos hijos y vivamos felices para siempre.

No se si es solamente que necesito excusas
para sentirme vivo, que me encandilo
con las cosas más absurdas
o que –y me parece la teoría más probable-
me fascina esa capacidad de descubrir de un vistazo
que sí, que tú tenías razón y que soy tonto.

©Santiago Pérez Merlo

3 comentarios:

  1. Cada día más grade Santiago, este piema y el de más artiba son magistrales. Enhorabuena. Abrazo.

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  2. Ternura, ironía, inteligencia, es de lo que se componen casi todos tus poemas...en este coinciden esas y otras muchas cualidades, y sobre todo belleza en el manejo de las palabras sencillas. Solo una cosa en la discrepo. No creo que tengas unpelo de tonto!!! :-)

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  3. Nadie que tenga un corazón como el suyo...puede ser tonto...Y una mente privilegiada! !

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