Laberinto (y 2)

Tenemos la opción 
de entrar de la mano, 
provistos de besos, 
de comer bayas silvestres 
y encontrar un rincón 
de hierba mullida 
en la que tumbarse 
a ver las estrellas. 
Sin ninguna prisa por salir.

Y tenemos la opción 
de entrar solos,
o por separado,
correr de un lado a otro
buscando la salida...
Como si la hubiera 
en este laberinto 
que preferimos llamar “vivir”. 

8 comentarios:

  1. Preciosa esta continuidad sobre el Laberinto que es la vida. Una bonita forma de escribir sobre las posibles diferentes maneras de movernos por ese laberinto. Un muy bello poema de amor!!! Eres grande, poeta!!! 👏 👏 👏 🌼🌼🌼







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    1. Gracias de nuevo e insisto (no sé cuántas veces van ya) en que nada de exageraciones.
      😘😘😘

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  2. Al laberinto siempre entramos solos...aunque sea nuestro laberinto personal...Pero siempre hay una estrella que nos señala la salida..🌹🌹🌹🌹🌹🌹

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    1. De día, las estrellas no se ven. Y en la ciudad, entre nubes y contaminación, a veces de noche tampoco... por eso ¿por qué empeñarse en salir? 🌼🌼🌼

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  3. Todos tenemos una estrella que no se pierde nunca.. la llevamos dentro de nos..
    🌹🌹🌹🌹

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    1. La mía debe de ser de mar... no brilla... pero le rompen los brazos y le vuelven a salir 😉🌼🌼🌼

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  4. Aún la de mar sirve para salir...aunque sea nadando Sr.Merlo.😉

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