Accidentes

Sucede que a veces la vida
Fotograma de la película "In and Out"
("Del revés"): Alegría y Tristeza)
nos pone un camión
o un árbol
delante del parabrisas
y adiós, hasta aquí llegué,
y a cambiar nuestro coche
por el de Caronte,
que sólo tiene nafta
para el viaje de ida.
Sucede que a veces la vida
estrella en una cumbre
el primer avión que cogimos
o hace naufragar el crucero
que tanto anhelamos hacer.

Los llamamos accidentes y olvidamos
que otras veces sucede que la vida
nos pone un pueblecito encantador
al borde del camino,
nuestra canción favorita suena
en lo más desesperante del atasco
o la máquina del hospital
nos regala dos chocolatinas.
Sucede que la vida nos obsequia
un billete de avión, un pasaje de barco
que sí tienen camino de vuelta,
o un beso inesperado...
Y lo llamamos sorpresa.

Y nos sorprende la vida con sus accidentes
("suceso eventual que altera
el orden regular de las cosas"),
nos "coge desprevenidos"
(esto es "sorprender")
como un desayuno en la cama a medianoche...

Pero quizá suceda que, en el fondo,
las vidas de verdad,
las que merecen tal nombre,
son sólo "a veces" sucesivos
(con lo bueno y con lo malo)
que nos empeñamos en interrumpir
con estúpidas rutinas, prevenidos
y regulados siempre como estamos.


©Santiago Pérez Merlo

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