La lucha

Estamos de nuevo como antes.
Como siempre o como casi siempre.
Sentados. El uno
junto al otro y nos miramos
a ratos frente a frente y a ratos
como de soslayo,
como dos animales cansados
de mirarse y que no obstante
aún guardan una pizca de recelo,
de sometido y soterrado afán
de no dejarse
sorprender por el otro:
una mezcla de temor, quizá deseo
de encontrarse y de miedo
de no reconocerse.
Querríamos hablar
y guardamos silencio.
Querríamos a veces
permanecer
callados
para siempre; no
importunarnos uno
con menudencias del otro:
no mancillarte
con vanas impudicias
que no sé de dónde salen
y no dejarme yo
provocar por tu vacío.

Pero no puede ser.
Alguien, algo –yo-,
rompe la tregua
y escribe sobre ti
y se convierte
el plácido silencio
en poema,
en ruido.

©Santiago Pérez Merlo

2 comentarios:

  1. Como subes ufffff como la espuma. Más y mejor cada día. Enhorabuena Santiago. Poetaaazo. Abrazo
    Un placer leerte siempre.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno!!! Aplausos, aplausos...bravo, bravo!!!

    ResponderEliminar