Cronos

Va a castigarme el tiempo, lo presiento.
Lo veo acercarse,
la sonrisa torcida en una mueca
agarrado de un brazo de su hermana:
"No creíste en demonios ni sabías
que tenías un alma que vender.
No a Satanás, es cierto
que él no existe.
Pero quisiste que yo me plegara
-"es por amor", decías-
a tus ganas de vivir, que pasaran volando
los minutos, las horas...
-"para estar con mi amada"-.
Traté de hacerte caso, de acelerar mi marcha
para que se cumpliera tu deseo.
Pero ahora es la hora, has consumido
casi toda la arena del reloj.

Ahora es mía tu alma."

©Santiago Pérez Merlo

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