ese "halo" que alguien inventó
para que se colara
en mis sueños de antes de soñarte.
No existía esa luz exterior,
estaba toda oculta
y yo la vi salir aquella noche:
era como una luna
-por encima de estatuas y palacios,
por encima del cielo y de la propia luna-.
Pero brillaba dentro y hacia fuera
la luz se hacía aire:
viento alto, sereno y apacible
que yo quise abrazar...
Y que voláramos lento.
©Santiago Pérez Merlo
Precioso, Santiago. Bellísimo...enternecedor, poesía pura. Me encanta!!!
ResponderEliminarElla salió sólo para que tu la vieras..!Maravilloso poema Sr.Merlo
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