Se enfriaron las noches y quizá
ya era tiempo 
de que se terminara
este calor de verano
postergado.
Los cielos siguen limpios, eso sí, y se
ve
buen número de estrellas para estar en
Madrid.
Pero hace frío fuera 
y no apetece 
contemplar firmamentos.
O igual no es para tanto 
y soy yo
quien siente más el frío y no quisiera
caer en la vulgaridad (por repetida) 
de comparar una vez más 
sentimientos y meteorología. 
Y menos si hace frío y dudar
si el frío es dentro o fuera.
Y el manido corazón helado 
y los tuétanos y los calores
de tu amor perdidos
en otras noches cálidas
que se marcharon y me dejaron 
frío… 
No, nada de todo eso.
Digamos que hace frío. 
Sin más.
Y que hay estrellas.
Y que hay estrellas.
©Santiago Pérez Merlo
Enhorabuena de nuevo. No hace falta retorcer el lenguaje y estrujar las palabras para emocionar a quien te lee.
ResponderEliminarUna vez más enhorabuena Santiago. Me lo llevo.
¡¡¡Qué bonito!! Un poema sobre el frío q transmite mucho calorcito del corazón...
ResponderEliminarGenial, Santiago!!! Las estrellas iluminan todo el poema. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar