Botánica

Puedes matar una flor,
por ejemplo un edelweiss,
plantándolo en el desierto.
O plantar un cactus nocturno
en cualquiera de los polos.
Será una muerte segura,
fulminante y con prisa por morir.
Y también puedes dejar una planta de interior,
(una cheflera o un potos)
sin regar o sin luz y sin sustrato.
Será una muerte lenta,
cadenciosa y sin apuro...
Es la metáfora más tópica
y también la más certera
del final de un amor que conozco.

©Santiago Pérez Merlo

3 comentarios:

  1. Brutal. En metáfora y contenido. Un amor que deja morir tu poema porque un amor a sí mismo...no se mata.
    Enhorabuena Santiago es fanrástico.

    ResponderEliminar
  2. Estremecedor!!!cuanto sentimiento expresado en unos cuantos versos...

    ResponderEliminar
  3. El amor perdido..para encontrar el amor..!Un gran poema

    ResponderEliminar