Hay demasiados semblantes diferentes.
Y muchas caras en el mismo rostro.
Y mentes, cuerpos, almas.
Y más de un alma en cada cuerpo.
Y algún cuerpo sin alma ni razón.
Y mentes vacías, almas muertas.
Y muchas caras en el mismo rostro.
Y mentes, cuerpos, almas.
Y más de un alma en cada cuerpo.
Y algún cuerpo sin alma ni razón.
Y mentes vacías, almas muertas.
Y sin embargo un día, alguien
-quizá sólo una sombra-
te mirará a los ojos y dirá:
“este es el cuerpo, ésta la mente,
éstas la cara y el alma”.
Y la multitud se habrá difuminado.
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