Quietud

     “Igual en el poema que en el mundo
      el movimiento abre
      los sentidos.”
              (Lorenzo Oliván)

Se muere la araña 
de la esquina de tu habitación 
si no teje su tela.
Se muere el ave que no abandona el nido. 
Se moriría el mar si se estancara
junto a todas las criaturas de su seno.
Moriría La Tierra entera, 
todo lo conocido,
si no girara alrededor del Sol 
y a la vez sobre sí misma. 
Se morirá la voz en mi garganta
asesinando a un tiempo 
a los verbos y a los nombres, 
a todos los fonemas que no se hayan dicho.
Se muere lo que no se mueve: 
las palabras, de tan parecidas,
se acaban convirtiendo en su contrario…
Sin embargo, permanezco inmóvil,
esperando a que no sé qué viento sacuda 
las ya escasas hojas de este tronco hueco.

Mientras, lentamente, se mueve el poema. 

Mientras, se muere el poeta lentamente.

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