No veis lágrimas rodar...

No veis lágrimas rodar y no entendéis
la tristeza sin llanto.
No veis risa constante y no entendéis
la alegría desbordada.
Ninguna de las dos es absoluta nunca. 
Sobre todo, no veis que viven juntas,
no sólo en mí: viven así en todos 
y cada uno de vosotros.
Sólo que yo lo escribo. 
No lo niego. 
No lo oculto. 
No me niego. 
No me engaño.
No escribo de las cosas que no siento.
No contemplo las estrellas 
para no ver las ratas
ni acaricio a las ratas
cuando estoy a tu lado 
y las estrellas cantan la canción 
del silencio universal.

Tal vez no sea poesía nada de lo que escribo.
Pero escribo: escribo para resistir
y para resistirme; para llorar con tinta
y reír con la risa de la pluma 
que ensucia los cuadernos.
Ningún mérito (de sobra lo sé).
Ahorraos los aplausos y vivid
reconociendo vuestra propia risa...
no limpiando vuestro llanto.

©Santiago Pérez Merlo

1 comentario:

  1. A veces reconocer el llanto ayuda a reír más ampliamente.
    Gracias por escribir, poeta.

    ResponderEliminar