de espiarte incluso en sueños,
cuando se nos revelan las verdades ocultas.
Me declaro culpable de quererte
por encima de lo razonable
y culpable de extrañarte por encima
del tiempo -absurdo tiempo- de los hombres.
Me declaro culpable
de haber re-nacido desde el día
que me diste la vida de nuevo
-¿lo anterior sería vida?-
y de ofender por ello
a todos los dioses de todos los altares.
De todo lo demás, de lo que te es ajeno
-como esta viva muerte soportada sin ti-,
De todo lo demás, de lo que te es ajeno
-como esta viva muerte soportada sin ti-,
me declaro inocente.
©Santiago Pérez Merlo
Ningún jurado lo condenaria..Todos estarían de acuerdo,con su regreso a la vida.Precioso poema
ResponderEliminar