Inocente

Me declaro culpable de querer aprenderte,
de espiarte incluso en sueños,
cuando se nos revelan las verdades ocultas.
Me declaro culpable de quererte
por encima de lo razonable
y culpable de extrañarte por encima
del tiempo -absurdo tiempo- de los hombres.
Me declaro culpable
de haber re-nacido desde el día
que me diste la vida de nuevo
-¿lo anterior sería vida?-
y de ofender por ello 

a todos los dioses de todos los altares.

De todo lo demás, de lo que te es ajeno
-como esta viva muerte soportada sin ti-,

me declaro inocente.

©Santiago Pérez Merlo

1 comentario:

  1. Ningún jurado lo condenaria..Todos estarían de acuerdo,con su regreso a la vida.Precioso poema

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