El jardinero

Seccionar en oblicuo
una idea,
un verso,
una palabra
escogidos al azar
y juntarlos sobre tierra mojada
-importante el sustrato-
con los otros esquejes
que has ido acumulando a lo largo del tiempo.

Esperar el milagro de la osmosis
y conseguir así
inventar una especie, una corola
nunca vista o unas hojas
de color imposible,
y dejarla crecer y trasplantarla
de su pequeña maceta
a la intemperie del jardín
-nada de invernaderos, por favor-.

Y esquejarla de nuevo,
repetir el proceso ad infinitum
e ir sembrando las semillas nuevas,
regalando las flores y limpiando
con ternura las hojas más recientes
y dejando morir
y caer
y pudrirse
-más sustrato, alimento-
las que mueran de muerte natural.

©Santiago Pérez Merlo

1 comentario:

  1. Precioso, Santiago!!! Me gusta mucho la jardinería y este simil con las palbras de un poema me ha encantado...

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