Maldita lluvia

Qué absurdamente fácil es escribir poemas
cuando llueve
y cientos de poetas inundan (inundamos) 
cuadernos, discos duros, servilletas, 
con millones de versos
como gotas de lluvia.
Melancolía, nostalgia,
algunas humedades
y vuelta a la nostalgia.
Los más osados saltan en los charcos
y salen a la calle sin paraguas
como hacían de niños.
Los clásicos contemplan
esa monotonía
de lluvia en los cristales
y recuerdan no se qué chaparrón 
como si esa lluvia 
lloviera sólo para ellos.
Incluso la tormenta de Brassens
empapa de tristeza...

Pues sepan que la lluvia es un coñazo,
que se hace muy difícil
circular con un coche o pasear
entre viejas que no saben
manejar un paraguas.
Que si estás obligado a salir
-a pasear al perro, pobrecito,
a comprar cualquier cosa,
que algo habrá que cenar-,
vuelves con los pies mojados,
quizás también el pelo,
todo tú si pensaste
que no era para tanto;
al borde del resfriado
casi siempre y contento sólo a medias
porque tenían tu cerveza favorita
en el ultramarinos (¿quedan de esos?).
Pero en casa no te espera
mamá con la toalla y ropa seca
-ay dios mío, si vienes empapado-
y…
y ¡mierda!, la nostalgia.

©Santiago Pérez Merlo

3 comentarios:

  1. Es simplemente precioso Santiago. Con tu permiso comparto. Sensibilidad en estado puro. Abrazo

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  2. Nostálgico, pero magnífico!!!Muy bueno, Santiago...

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  3. Quiero ser su madre Sr.Merlo..!!Aunque creo recordar,que en otra vida,yo lo había adoptado...!Memoria..!

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