Uno a uno separo, metódicamente,
los casi mil poemas que escribí.
Voy haciendo montones procurando
que ninguno sea más alto que otro.
Tres torres de papel
que contemplo sin prisa.
Arrojo poco a poco
el primer montón al fuego; lo veo
lentamente consumirse
y desaparecer.
El siguiente, voy dejándolo caer al mar,
la tinta se diluye,
el papel se deshace y la corriente
acaba por llevarse cada verso.
Para el tercero cavo
un profundo agujero junto a un árbol
y lo entierro.
Sólo queda un poema:
ese que aún no he escrito y que un día
te ha de llevar el viento.
Un poema maravilloso
ResponderEliminar...!!Hace mucho tiempo que no leía algo tan hondo...tan al corazón.
Gracias Sr. Merlo
🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷
Gracias por hacer al mundo participe de la belleza..
EliminarSu mirada es la que trae belleza al mundo, Amelia.
ResponderEliminarG R A C I A S
De corazón .
💜💜💜
Para bailar con él y dejarse mecer...
ResponderEliminarUn sirtaki, por ejemplo 😉😊🤗
Eliminar.... O una balada de Elvis 😏😊😍
Es cierto, este poema podria ser musicado para ser bailado...aunque la propia letra ya encietra toda la musicalidad posible. Precioso poema, Santiago. Aplausos, aplausos...
ResponderEliminar😍😍😍
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