Buscamos la vida donde no está la vida.
Inventamos remedos, subterfugios,
pasatiempos, tareas, vías de escape.
Pintamos fechas en los calendarios,
corazones de tiza
en la arena de la playa; construimos
falacia tras falacia una existencia
que no nos reconforta.
La vida es una isla en mitad del infinito.
Habría que encontrarla y conquistarla,
preservarla de los enemigos.
Evitar que los puentes inestables
alcancen sus orillas.
©Santiago Pérez Merlo
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