TOC

Antes y después
de escribir un poema;
antes y después
de hojear ciertos libros;
antes de cortar
una flor
-si es que me atrevo-;
antes de repasar
tu rostro
en esa foto
antigua;
después de haber pensado
por un solo segundo
en borrar
tú número de la agenda;
antes y después
de mesarme
los cabellos
o la barba si lo hice
mientras pensaba
en ti;
por supuesto, antes
de hacer cualquier caricia
a mi hija
o a ti;
en medio,
algunas veces,
de soñarte y despertar
y volver a soñarte…

No es un trastorno
obsesivo
que me lave las manos
veinte veces al día.

©Santiago Pérez Merlo

2 comentarios:

  1. Jajajaja, es una buena costumbre lavarse las manos a menudo, sin ser obsesivo. Pero como de algo tan rutinario, puedes escirbir un poema tan bonito??? Aplausos, Santiago

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  2. Nuevamente, de algo cotidiano y sencillo sacas un bonito poema. Enhorabuena, poeta!!!

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