Ha aparecido
vivo
en el cuerpo sin
alma 
de un
hombre 
desahuciado
un corazón
latiendo 
acompasado y
firme.
El suceso ha
tenido lugar
en el jardín de
una casa 
que no
existe 
en las afueras
de un barrio
que no se ha construído.
Se
sospecha 
de una
niña 
que saltaba a la
comba
sin cuerda
en un solar
cercano;
de un perro que
perseguía 
una pelota de
humo; 
de una
muchacha 
que recogía
flores 
invisibles
en un cesto
trenzado 
con hilillos de
nube;
de un libro
abierto
por un final
feliz e inesperado 
y de un grito de
gooool
en un lejano
estadio...
habituales en estos casos.
©Santiago Pérez Merlo
 
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