La historia de amor
que no vivimos
tuvo final feliz,
después de todo.
Tú seguiste viviendo 
la vida que querías vivir
y yo…
seguí viviendo.
No hubo bodas 
ni largas despedidas
ni triángulos imposibles,
ni desencuentros 
con vistas al futuro.
Fue sólo un final más
sin ni siquiera besos suspensivos.
sin ni siquiera besos suspensivos.
©Santiago Pérez Merlo
Lo bueno, si breve....también se escribe con "B".
ResponderEliminar