Testigo de cargo

He encontrado otro poema escondido
debajo de “El testigo” de Alfonso Brezmes.
Estaba agazapado entre heptasílabos,
construido en versos más largos
y pidiendo salir de su silencio.

Me he acercado hasta él
temeroso,
como se acerca la mano a un perro desconocido,
ocultando el miedo y con la falsa confianza
de quien se cree el mejor amigo de los versos.
No me ha mordido.
Le he preguntado qué quería decir,
de qué se escondía entre líneas esperando
salvarse: el porqué de su silencio.

Y me ha hablado de amor,
de búsquedas imposibles. De laberintos.
De lenguas que huyen de los diccionarios
y se encuentran en los cuerpos.
Me ha hablado de él.
De ti y de mí cada uno a un lado
de un espejo invisible
que nos devuelve nuestro rostro
a pesar de no estar frente a él…
Me ha hablado de otros poetas
que buscaron en él
la inspiración.

Pero no me ha dejado
transformarlo en versos.

©Santiago Pérez Merlo

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