De vez en cuando,
los días se hacen noches y el sol
parece que ni siquiera exista:
todo está gris oscuro, casi negro;
no pían los gorriones
y los colibríes no se atreven a cantar.
No hay apenas nadie por la calle
y solo algunas sombras
caminan
como si te estuvieran acechando.
los días se hacen noches y el sol
parece que ni siquiera exista:
todo está gris oscuro, casi negro;
no pían los gorriones
y los colibríes no se atreven a cantar.
No hay apenas nadie por la calle
y solo algunas sombras
caminan
como si te estuvieran acechando.
Pero, de vez en cuando,
las noches se hacen días
y la luna y el sol parecen abrazarse
e incluso hacer el amor
para que el universo se conjure
y cada quien camine
por mitad de la calle, firme el paso,
una sonrisa amplia
y un brillo en la mirada
que asegura “hoy es el día
de volver a vivir enamorado”.
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