Amanecer

Deja que te envuelva la bruma,
que la niebla sea tu compañera 
y la tibia humedad de la mañana
te cale hasta los huesos
y te limpie hasta las vísceras. 
Camina entre abedules y eucaliptos
sin rumbo, sin saber qué es el norte 
y dónde el sur,
hasta que tus pies cansados 
te detengan a un lado del bosque 
y descubras, tan lejos y tan cerca,
un sol nuevo que brilla 
solamente para ti. 

3 comentarios:

  1. Esa bruma gallega que susurra entre los abedules del bosque,donde en la noche y con fe...te puedes topar con as meigas...

    ResponderEliminar
  2. Esa se deja ver solo por os gallegos que creen en ella...como mi amigo Castroviejo...

    ResponderEliminar