Oculto

No las busqué,
pero me he acostumbrado.
La oscuridad me alivia
de la férrea blancura de la luz
que dañaba mis ojos.
La soledad me libera
del ruido ensordecedor 
de la ciega muchedumbre. 
Como un cazador solitario,
un bucanero proscrito
que huye de cada isla
cuando cae la noche,
me muevo entre las sombras.
Aprecio la luna nueva 
por encima de la llena inmisericorde. 
Sólo una estrella lejana me vigila
y también busca el cobijo de las nubes 
cuando alguien se acerca. 
Nadie sabe quién soy. 
Lentamente, incluso yo
me voy olvidando de mí mismo. 

3 comentarios:

  1. Para encontrarse,nada mejor que olvidarse de uno mismo.Un maravilloso poema,que hará que quien lo lea,no se olvide del poeta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé yo si quiero encontrarme más allá de lo que ya he visto... y mejor que no, que no me recuerden, que no vale la pena.
      Pero gracias, Sra Diez 🤗🥰

      Eliminar