Hay penachos de flores a lo largo del puente,
de un lado al otro lado los paseantes cruzan 
despreocupadamente o paran,
hacen fotografías y sonríen 
y posan y vuelven a pasar en un río constante 
que fluya  en remolino.
Mientras, tú estás parada 
sin dejar de moverte
y no oyes el murmullo del agua
porque tú eres de agua y eres río 
que vive como anclado al puente y a las flores, 
esperando a que el mar lo sacuda o lo aguarde,
fijado en la belleza 
ficticia -no son flores salvajes 
y no es libre tu cauce-.
No obstante estas hermosa así,
entre las flores,
y quisiera ser puente y albergarte
en lugar de ser mar.
©Santiago Pérez Merlo
 
Otro...
ResponderEliminarCada vez mejores que los mejores y siempre será asì. Eres un poeta inmenso. Abrazo Santiago
Precioso, Santiago. Un gran poema;cuantas imágenes literarias y cuanta belleza ecierran !!!. Realmente extraordinario. Muchos, muchos aplausos..
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