Igual que el verbo se hizo carne,
tú estás a un paso de ser
ojos, piel, boca, manos, risa,
a un instante de salir
de este cascarón de la virtualidad
y la distancia que insinúa
pero no enseña,
que muestra pero oculta
y promete tan sólo
las promesas que inventamos.
¿Qué habrá detrás de ti,
de la imagen que conozco
y que no es más que reflejo,
píxeles organizados
pero inertes?
¿Serás tú principio
y fin? ¿Los cielos
y la tierra y el pecado
y el Edén
y el castigo –espada llameante-
y el árbol de la vida?
Y sobre todo, ¿qué encontrarás
detrás de mí?
No albergues
grandes esperanzas.
Olvida las expectativas:
sólo un hombre,
alma viviente,
y un puñado de poemas,
carne mortal
hecha verbo.
tú estás a un paso de ser
ojos, piel, boca, manos, risa,
a un instante de salir
de este cascarón de la virtualidad
y la distancia que insinúa
pero no enseña,
que muestra pero oculta
y promete tan sólo
las promesas que inventamos.
¿Qué habrá detrás de ti,
de la imagen que conozco
y que no es más que reflejo,
píxeles organizados
pero inertes?
¿Serás tú principio
y fin? ¿Los cielos
y la tierra y el pecado
y el Edén
y el castigo –espada llameante-
y el árbol de la vida?
Y sobre todo, ¿qué encontrarás
detrás de mí?
No albergues
grandes esperanzas.
Olvida las expectativas:
sólo un hombre,
alma viviente,
y un puñado de poemas,
carne mortal
hecha verbo.
Impresionante,Santiago!!!el poeta que llevas dentro sigue creciendo...muchos, muchos aplausos!!!
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