Heraldo

Siempre acaba por haber 

una razón, pero la luz, 

cuando se enciende,

ya no brilla como debería:

no se disipa la niebla 

que se instaló más adentro.

La luz se ha encendido fuera, sí:

la noticia, el hallazgo 

-normalmente funestos, además-

aclaran pero no alumbran.

Permanece la sombra,

la tristeza anterior 

que no borra la tristeza nueva. 

El heraldo llegó tarde

y su anuncio 

advertía del pasado.

2 comentarios:

  1. Mejor ser heraldo de si mismo para llegar a tiempo siempre...! Sin trompetas que anuncien la llegada.Y en silencio...

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    1. No, trompetas y fanfarrias no hacen falta 🤗

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