Ni los lobos.
Ni siquiera los leones.
No me pierdo en los bosques
ni suelo pasar sed en el desierto.
No me da miedo la vida
y me río en los espejos
del “callejón del Gato”
tanto como en los normales.
La deformidad es la de uno,
no la de su reflejo.
No me da miedo el amor.
Me da miedo la mentira
del corazón de los hombres.
Me dan miedo la envidia,
la codicia, la ceguera...
Me da miedo tu ausencia.
Todas las ausencias,dan miedo...la peor de tódas,es la ausencia de uno mismo..Gracias Sr.Merlo por tan bello poema.����
ResponderEliminarNo se yo si peor es la “presencia” de uno mismo 😂😂😂😂.
ResponderEliminarBesos, Sra Diez