El bosque azul

Miro el monte no muy alto
que deja ver más cielo,
los árboles. Escucho 
a una ardilla subir y bajar 
con piñas, ramas secas.
A lo lejos el murmullo de los coches
casi se parece a un mar encabritado.
El mar azul que añoro o sueño
cuando contemplo el bosque casi verde
y cambio a las ardillas por sirenas.
Y siento que los árboles son algas 
que me rozan la piel mientras nado contigo.
Me encierro en el recodo al que apenas
si penetra la luz y puedo oler la sal.

Pero abro los ojos y estoy solo en el bosque,
perdido como uno de esos niños de los cuentos.
No hay hada ni sirena que me salve.

3 comentarios:

  1. Las hadas y las sirenas son juguetonas...pero saben esperar...🌷

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  2. Precioso poema, Santiago!!! El bosque, los árboles, las ardillas, el mar, las sirenas...todo es sugerente y digno de ser disfrutado. Enhorabuena poeta!!!

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