Saludo a la noche
y saludo al día
porque no distingo
la luna del sol.
Digo hola al mar
y adiós a la tierra firme
del continente y de las islas,
como un pirata
al que corsarios de agua dulce,
protegidos por no se sabe qué
divina majestad
acusan de latrocinio
con el aplauso del pueblo engañado.
No sé de qué puerto zarpo
ni a cuál llegaré
si otra tormenta no acaba con mi bajel.
Pero veo el océano
y un sol poniente naranja.
como un pirata
al que corsarios de agua dulce,
protegidos por no se sabe qué
divina majestad
acusan de latrocinio
con el aplauso del pueblo engañado.
No sé de qué puerto zarpo
ni a cuál llegaré
si otra tormenta no acaba con mi bajel.
Pero veo el océano
y un sol poniente naranja.
https://youtu.be/QyA62kHDmRo
ResponderEliminarUn poema precioso,con cierta añoranza del mar...Gracias Sr.Merlo.
ResponderEliminarCierta, cierta… Muchas gracias, Sra Diez.
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