La mano

Dejas tu mano indolente en mi regazo 
y así te quedas dormida,
con el roce de la mía que no sueltas,
aferrada en tu sueño
como una niña ante el peligro
que sólo ella ve. 
Descansa: no me voy...
Y si en mi propio sueño lo  hiciera, 
volveré.
Tal vez tú no lo sabes, pero yo 
también necesito esa mano
que me cruza la calzada 
de la vigilia al sueño
y de allá al despertar.

4 comentarios:

  1. Maravilloso poema de amor..Gracias por compartirlo.. en tiempo de la pandemia...Se necesita oxígeno...
    🌹🌹🌹🌹🌹🌹

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  2. Muchas gracias a vos, una vez más, por tu “oxigenada” (y exagerada, insisto) lectura. 🌸🌼🌸🌼🌸🌼

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  3. Un bonito poema de amor. Cuanta ternura!!! Felicidades poeta 👏👏👏🌼🌼🌼

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