Cuento

El triste viejo con alma de niño,
el alegre niño con alma de viejo
apretaban los ojos
si miraban al sol o a la luz 
de una mísera bombilla;
se tapaban los oídos 
si escuchaban el estruendo
de un trueno, de un cohete de feria...

Pero ninguno de ellos, 
ni el más viejo ni el más niño,
podía defenderse 
ni de la oscuridad 
ni del silencio. 

2 comentarios:

  1. Es un poema precioso..!Puedo entenderlo desde mi condición de vieja-niña...🌹🌹

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