Besos en el despertar

Mantener aún los ojos cerrados, 
procurar no moverse, 
no hacer ruido y aguzar
el oído para saber si duermes.Sentir 
todo el calor que se guardó la noche
entre los cuerpos,
la dulce pesadez que aún flota 
a pesar del frío que hace afuera.
Estirar el brazo, muy despacio,
y apena rozar tu hombro;
fijar el objetivo
y dejar después un beso, 
justo el beso, en el lugar exacto,
que te hace temblar
y despertarte: ya estás aquí, 
conmigo.

©Santiago Pérez Merlo

1 comentario: