Mosca

Hace no mucho tiempo, 
apenas el batir de alas 
de una mosca de la fruta como yo,
era como vosotros: 
me atraían las luces como a las polillas 
y las fresas de cera perfumadas 
con el falso aroma de la fresa.
Pero aprendí a volar,
a distinguir la fruta natural
de la de goma.
No, no soy ni mucho menos 
mejor persona que ninguno de vosotros.
Ni mejor mosca que las moscas verdes
que encuentran su alimento 
entre la podredumbre.
Sólo he aprendido a volar 
y a darme cabezazos contra vuestros cristales.
Desde ellos se ven muchos frutos 
que parecen maduros estando podridos
o que parecen verdes siendo viejos.
Yo me conformo con dejar simiente.
Total, sólo voy a vivir una semana...
nadie podrá quitarme lo volao.

4 comentarios:

  1. Un poema con mucha más vida que la polilla y una polilla sabia..!!
    Precioso y con mucha hondura..!🌷

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  2. Al leer tu poema, pensé en esas polillas que van hacia la luz sin saber que morirán ardiendo en ella. Ya sabes, la poesía es de quién la lee además de quién la escribe. Un placer leerte.

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